miércoles, 19 de julio de 2017

¿POR QUÉ IR AL PSICÓLOGO?


Últimamente me encuentro amigos y conocidos que me comentan que tienen problemas que no saben solucionar, que les preocupa y que deberían ir al psicólogo, pero que no van.
Sucede algo parecido cuando nos duele una muela, y nos tomamos algún medicamento para paliar (no curar) el dolor, esperamos a que se nos pase y no vamos al dentista, seguimos con nuestra vida. Cuando por fin vamos nos suele decir que tenemos una infección de caballo, y que deberíamos haber ido antes a visitarlo, que ahora se ha complicado el problema y hay que intervenir... algo parecido pasa cuando se necesita atención psicológica, la mayoría de las veces se usan métodos "paliativos", que no curan, pero maquillan el problema temporalmente,y  cuando acaban por  ir al psicólogo, el problema se ha incrementado y es más complicado intervenir, (que es lo que sucede habitualmente, se va al psicólogo cuando se está muy muy mal).

Supongo que es más difícil incluso que ir al dentista, porque no hay una señal o dolor físico cuando se necesita ayuda psicológica, a no ser que somaticen los problemas (que acabarán haciéndolo seguro si no se busca ayuda profesional), debido a que  el  dolor y las preocupaciones se reflejan en el cuerpo de manera física (trastornos del sueño, cefaleas, dolores de espalda, así como úlceras entre tantos otros ejemplos).

¿Por qué ir al psicólogo cuando puedo hablar con mis padres, amigos?

Nuestros padres tienen interés porque seamos de determinada manera, y nos ayudarán desde su punto de vista, los amigos siempre tomarán partido por ti,y también te ayudarán desde su punto de vista; son opciones muy loables, pero es importante tener en cuenta que un psicólogo te ayudará a encontrar tu solución sin ningún interés en que seas de determinada manera, únicamente trabajará para explorar contigo el camino más adecuado para solucionar tu problema.

¿Por qué debería ir al psicólogo? ¿Cuándo?

Hay momentos en la vida: pérdidas, situaciones inesperadas, cambios, que nos superan, y no nos dejan seguir hacia adelante, sin saber cómo salir. Atascos en diferentes momentos del ciclo vital: problemas en la infancia, dificultades en la pubertad y juventud, desánimo y diferentes problemas en la vida adulta, soledad, insatisfacción, etc; que no sabemos resolver, por miedo, dolor o desconocimiento.

No hay que estar "loco" para ir al psicólogo, la verdadera locura es no ir cuando se está mal.